Whitney Houston fue encontrada muerta en el gran Beverly Hilton Hotel de Los Angeles a las 00:55 horas hora española. La llegada de uno de los miembros de su equipo a la habitación y la ausencia de respuesta por su parte alarmó al trabajador que llamó al 911 de manera inmediata.
Los médicos no tardaron en llegar y les fue absolutamente imposible hacer nada por salvar la vida de la cantante. La última vez que se pudo ver a Houston en público fue el pasado jueves en una fiesta de los Grammy donde incluso cantó una canción. Nadie podía presagiar que le quedaban tres días de vida.
Según publica TMZ, Houston habría estado de fiesta en el bar del hotel durante la noche del viernes aunque no la vieron demasiado “perjudicada” como para que se para que se produjera tan trágico desenlace.
Se ha sabido igualmente que se le prohibió a su hija Bobby Kristina ver a su madre ya fallecida. La chica comenzó a gritar y a exigir poder ver a Whitney pero la policía se lo impidió. No entendemos demasiado bien por qué.
La policía ahora busca drogas o sustancias ilegales en la habitación. Las primeras investigaciones no han encontrado nada ilegal, sólo pastillas recetadas por el médico. Según parece, Houston estaba en la bañera por lo que podría haberse ahogado tras haber ingerido varios botes de pastillas. No hay constancia de que la artista bebiera alcohol en la habitación.
Los peores presagios se han cumplido. Años de adicción a las drogas, de ruina económica y de una situación psiquiátrica poco deseable han terminado con la carrera de una de las mejores cantantes de la historia.
Descanse en paz.
